13 problemas típicos del matrimonio y los sabios métodos que usan algunas parejas

Oct 16, 2018

Antes de casarse, las parejas tienden a ver el matrimonio a través de lentes de color rosa. Una vez que dicen "sí, quiero" y la realidad de la lucha conyugal aparece, muchas personas casadas se desaniman.

A continuación se enumeran algunas de las causas más comunes de los problemas matrimoniales y algunas estrategias que las parejas bien exitosas han descubierto para superarlos.

1. Aumento de esos "7 kilitos de casado"

Cuando ella está preparándose para la boda, es probable que esté cuidando su figura para verse fantástica. Lo mismo puede estar pasando con el futuro esposo.

Pero como descubrió un equipo de investigación de la Universidad de Glasgow, las parejas recién casadas aumentan rutinariamente hasta ‎3kg durante el primer año de matrimonio. La razón del aumento de peso después del matrimonio es simple: la sensación de seguridad.

En lugar de preocuparse por atraer y mantener la atención y el afecto de un novio o novia, las parejas casadas tienden a ser más propensas a dejarse llevar.

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Solución: bajar de peso juntos

En lugar de convertirse en compañeros para aumentar de peso, los matrimonios pueden determinar convertirse en compañeros para mantenerse en forma. Cuando emprendes el camino hacia una vida saludable con tu cónyuge a tu lado, esto puede acercaros más.

Encuentren actividades que fomenten el buen estado físico y que ambos disfruten, como nadar, caminar o ir en bicicleta. Pueden incluso unirse a un grupo para perder peso juntos. Señoritas, no se desanimen si su esposo pierde peso más rápidamente, eso es normal. Sean el mejor admirador y motivador el uno del otro.

2. Tensión financiera después de convertirse en padres

Aunque los hijos son una bendición inmensa, también pueden ser muy pero que muy caros de alimentar, vestir y criar. Ya se trate de pagar la comida, los potitos y los pañales cuando son bebés, las actividades extracurriculares cuando son niños, los coches cuando son adolescentes o la universidad cuando crecen, siempre parece que hay un montón de gastos asociados con la crianza de los hijos.

Muchas familias de ingresos bajos y medios simplemente no están preparadas para el costo de criar a sus hijos en esta sociedad de hoy día.

Solución: empieza a ahorrar con antelación

No esperes hasta tener hijos para empezar a ahorrar para los gastos que supondrá el tenerlos. Crea una cuenta bancaria para ahorrar dinero cada mes o para ayudar a cubrir algunos de los costos a los que te enfrentarás en el futuro. Siempre es inteligente en esta vida estar un paso por delante de tus gastos.

Esto quiere decir que tendrás que reducir tus típicas compras de placer o cortar con esas marcas que tanto te gustan. Y una vez que seas padre o madre, busca maneras de reducir gastos comprando ropa y juguetes de segunda mano, por ejemplo.

3. Problemas con los suegros

Cuando un chico o una chica está creciendo, es muy común que sus padres los vean como su "niñito o niñita" incapaz hacer nada malo. A veces, si esta actitud persiste en la edad adulta, puede causar muchos problemas a los recién casados.

Cuando discuten como pareja tienden a dirigirse a mamá y a papá para obtener su simpatía y apoyo. El resultado es una mala relación y un resentimiento creado entre la suegra o suegro y su yerno o nuera.

A veces a las nueras se les hace sentir que no pueden estar a la altura de las expectativas de la suegra, lo que provoca dramas familiares.

Solución: crear distancia y establecer límites

Para evitar interferencias y conflictos entre los suegros y las parejas de recién casados, es bueno evitar la convivencia. Si los problemas financieros hacen que vivir con los suegros sea una necesidad por un tiempo, la pareja debe establecer unos límites claros.

Los esposos deben sentarse con sus padres y asegurarse de que entienden y respetan esos límites.

Estas pueden ser cosas simples como acordar no insultarse o usar palabras despectivas sobre el otro y permitir que la pareja disponga de su tiempo a solas.

4. Diferentes hábitos de gasto

Las finanzas contribuyen a más rupturas matrimoniales que cualquier otra razón. Dos personas solteras con hábitos de gastos muy diferentes a menudo tienen dificultades para adaptarse a un tipo de vida con ingresos compartidos.

La desigualdad en los ingresos y la irresponsabilidad financiera son algunos de los peores problemas de dinero que enfrentan las parejas.

Solución: discutir sobre las finanzas y estar de acuerdo con las reglas de gasto antes del matrimonio

Antes de dirigirse al altar, una pareja debe ser abierta y honesta sobre su situación financiera. No estaría de más sentarse con asesor financiero y proponer una estrategia para invertir o ahorrar su dinero.

Hazle saber a tu pareja si tienes alguna deuda y cómo estás trabajando para pagarla. Elaboren pautas familiares sobre los gastos y acepten su cumplimiento.

5. Las parejas descubren costumbres del otro que les sacan de quicio

A veces, antes del matrimonio, las parejas tienen la tendencia a dar lo mejor de sí mismas. No le muestran todos sus hábitos no tan divertidos a sus prometidos. Es justo después de casarse cuando la fachada comienza a desvanecerse. Ahí es cuando las cosas se empiezan a poner feas.

Te das cuenta de que estás casada con un hombre que no sabe tirar sus calcetines sucios al cesto de la ropa sucia. Descubres que te has casado con una mujer que rechina los dientes constantemente.

O puede que incluso el pasatiempo que más le gusta a él, como jugar al golf, sea causa de resentimiento. O que su constante deseo de pasar 45 minutos frente al espejo del baño cada día empiece a sacarte de quicio.

Solución: aprende a aceptar lo que no puedes cambiar

Si todos fuéramos exactamente iguales, el mundo sería un lugar aburrido. En lugar de tratar de cambiar a tu pareja para que sea como tú, date cuenta de que estás intentando controlarla y deja que sea quien es.

Recuerda que tu pareja también se vuelve loca con alguno de tus hábitos. Trabaja en mejorar tus propios hábitos molestos en lugar de enfocarte en los de tu pareja.

6. Desconsideración hacia las ocasiones especiales

Cuando un esposo o esposa se olvida constantemente de momentos especiales como aniversarios, el Día de San Valentín, o el cumpleaños de su cónyuge, muchos pueden tomarlo como una señal de que su pareja no se preocupa por ellos.

Pueden sentir que no son apreciados y que han quedado relegados a un segundo plano. En realidad, la otra persona probablemente se siente muy mal porque lo olvidó, pero o bien es una persona naturalmente despistada o ha dejado que el ajetreo de la vida le distraiga más de la cuenta.

Solución: ayuda a recordar los eventos a las personas olvidadizas

Puede parecer innecesario, pero muchos cónyuges realmente se benefician de que se les recuerde que se acercan fechas importantes. Con su permiso, podrías revisar el calendario de su smartphone y marcar fechas especiales, fijando recordatorios para que les avisen con unos días de anticipación.

También podrías preguntarles casualmente: "¿Qué quieres hacer para nuestro aniversario el martes?". Aunque pueda parecer más romántico ser sorprendido, la realidad no es tan dulce como nuestra fantasía.

¡Es mejor recordarle a tu cónyuge la fecha que quedarte herida o resentido más tarde!

7. El aburrimiento puede convertirse en rutina

Si te casaste con expectativas tan poco realistas como la de vivir emociones fuertes una tras otra, te decepcionarás cuando la aburrida rutina de la vida tome el control. A medida que se acumulan las responsabilidades, esas cenas románticas pueden ser reemplazadas por comidas rápidas de camino al partido de fútbol de su hijo.

Con el tiempo, el aburrimiento puede resultar en distancia y desilusión.

Solución: añade un poco de emoción

Si sientes que tu matrimonio está empezando a oler a rancio y sin vida, puede ser el momento de poner un poco de salsa al asunto. Planea una romántica velada o incluso una pequeña escapada juntos. No te olvides de obsequiar a tu cónyuge con abrazos, besos y cumplidos inesperados.

Un poco de consideración en este aspecto puede ser de ayuda para superar una fase apática durante el matrimonio.

8. Demasiado tiempo juntos

Algunas parejas terminan haciendo absolutamente todo juntos. Aunque suene divertido al principio, a menudo se dan cuenta de que empiezan a ponerse nerviosos el uno con el otro.

Incluso si eres es el mejor amigo de tu cónyuge, puedes empezar a sentirte asfixiado al no disponer de tiempo libre para ti.

Solución: pasen tiempo haciendo sus cosas por separado

Dediquen tiempo a algo que les guste, tanto si es en solitario como en grupo. Señoritas, salgan a almorzar y a comprar con sus amigas. Chicos, busquen a otro chico y pasen el rato juntos haciendo algo que los divierta, como haciendo algún deporte.

Si se encuentran en una situación en la que pasan mucho tiempo juntos, por ejemplo, ambos trabajando desde casa, busquen un compromiso para poder pasar tiempo solos. Estarán más contentos de verse más tarde porque, como dice el viejo dicho:"La ausencia es lo que el aire al fuego".

9. Influencia negativa de amigos

Si tienes amigos que critican a tu cónyuge, o que te agotan económicamente o que te ponen de mal humor continuamente, podrían terminar dañando tu matrimonio.

Tal vez tengas un amigo que te intenta contagiar con sus destructivos hábitos.

Si hay amigos de estos en tu vida, lo más probable es que tu cónyuge ya te haya dicho que no quiere que te juntes con ellos.

Lo más probable es estés un poco ciego ante las debilidades de tus amigos y que la aversión de tu pareja hacia ellos te todavía más rabia.

Solución: escucha las preocupaciones de tu cónyuge

Trata de escuchar a tu cónyuge cuando te explique por qué no les gusta tu amigo o amiga. Si el cónyuge puede señalar maneras de cómo esta persona es verdaderamente dañina para ti o para tu matrimonio, entonces debes tratar de distanciarte de ellos.

Por otro lado, si la discusión revela que a tu cónyuge no le gusta tu amigo debido a su propia inseguridad y necesidad de control, trata de hacer que tu pareja vea que está siendo demasiado controladora.

Si eres de las personas que critican demasiado a los amigos de tu cónyuge, trata de recordar que ellos necesitan tener la libertad de disfrutar de la compañía de otras personas más allá de ti.

10. Patrones de sueño diferentes

A algunas personas les encanta quedarse en la cama hasta tarde mientras que otras son muy madrugadoras. Si eres un ave nocturna y tu cónyuge se quiere ir a dormir a las 8:00 pm, lo más probable es que tengan uno que otro conflicto.

Lo mismo sucede con la persona que se levanta a las 5 de la mañana mientras su cónyuge duerme como un tronco.

Solución: aprende a respetar su ritmo de sueño

Nuestro ritmo nocturno y la hora a la que nos apetece ir a dormir tiene que ver con nuestras características innatas. No podemos elegir cómo van a ser igual que no elegimos nuestro color de ojos. Dicho esto, el matrimonio es cuestión de compromiso. Si eres un ave nocturna, toma un poco más de café y sal a caminar temprano por la mañana con tu cónyuge de vez en cuando.

Si eres una persona madrugadora, trata de permanecer despierta de vez en cuando para ver esa película con tu pareja. La mayoría de las veces, sin embargo, deberías dejar que la otra persona haga lo que le resulte más natural cuando se trata de dormir.

11. Los cónyuges se sienten sobrecargados por el trabajo y poco apreciados

Algunas personas son más egoístas que otras. Es un hecho desagradable de la vida. En una relación en la que uno de los cónyuges es egocéntrico y el otro tiende a ser más desinteresado, la pareja desinteresada a menudo se queda con la mayor parte de las tareas domésticas que se acumulan.

El resultado puede ser una sensación de amargura y resentimiento.

Solución: dividir los trabajos domésticos de manera justa

Si estás empezando a sentir resentimiento hacia tu cónyuge por aprovecharse de tu naturaleza trabajadora, dile cómo te sientes de una manera suave y tranquila. Explica cuánto te estresa tener que ecangarte de todo.

Pregúntale si podría, por favor, hacerse cargo de algunas de las tareas. Si eres tú quien ha sido egoísta, discúlpate y haz lo que puedas para arreglar las cosas en esta importante área de la vida marital.

12. Asuntos menores empiezan a ser motivo de conflicto

Cuando las presiones de la vida comienzan a acumularse, los cónyuges pueden empezar a criticarse el uno al otro por cosas insignificantes. A menudo, estas pequeñas discusiones son realmente una señal de que hay algún otro problema de más calada.

Tal vez uno de los cónyuges se esté enfrentando a presión en el trabajo y descargue su rabia en casa. O tal vez uno de los dos está lidiando con alguna enfermedad y eso le tiene irritable.

En cualquier caso, el hogar puede convertirse bien fácilmente en una miserable prisión si los cónyuges están constantemente dispuestos a pelearse por cualquier tontería.

Solución: no te preocupes por las cosas insignificantes

Aprende a morderte la lengua cuando se te presente la oportunidad de criticar a tu cónyuge por algo insignificante. Si estás lidiando con un problema en tu vida que te está causando estrés extra, explícale a tu pareja lo que te está pasando.

No lo uses como excusa, sólo compártelo con tu pareja para que pueda ser más paciente mientras te encuentres en la batalla.

Trata de implementar el hábito de decirle cosas bonitas a tu cónyuge, por lo menos tres cumplidos por cada cosa negativa que le digas.

13. Mostrar abiertamente que te atraen otras personas

Un cónyuge puede empezar a darse cuenta de que su pareja coquetea con otra persona o mira a otras personas atractivas de vez en cuando. Este tipo de comportamiento puede causar muchos celos y heridas. La persona que se involucra en el comportamiento cuestionable puede encogerse de hombros y verlo como algo inocente y pensar que el cónyuge es controlador y paranoico. Pero el cónyuge puede empezar a sentir que es insuficiente y sin valor.

Solución: habla sobre el problema y llega a un acuerdo para tranquilizar a tu cónyuge

Si sientes resentimiento por las miradas hacia otras personas o las insinuaciones coquetas de tu pareja, señálale con calma su comportamiento. Dile exactamente qué es lo que está haciendo que tanto te molesta y por qué te molesta.

Entonces, pídele que, por favor, pare. Si eres tú la persona que hace esto, ten en cuenta que, aunque lo consideres inofensivo, estás dañando a la persona que amas.

¿Qué opinas? ¿Te parece una lista realista de los problemas que enfrentan las parejas? ¿Cómo tratas este tipo de asuntos en tu matrimonio? ¡Dinos lo que piensas! Comparte este artículo con cualquier persona que esté luchando en su matrimonio y que pueda beneficiarse de su lectura.